La Navidad es una de las temporadas favoritas para los mexicanos, y aunque no lo creas, su magia se vive de maneras muy diferentes a lo largo de la República.

Como su celebración ya está en camino, preparamos tu regalo por adelantado y elegimos algunos Pueblos Mágicos con muy buena pinta por sus eventos, ambiente y artesanías, que transformarán la época decembrina en una experiencia inolvidable para ti y tu familia.

1. Tlalpujahua, Michoacán

Tlalpujahua es uno de ocho Pueblos Mágicos en el estado de Michoacán,localizado entre montañas y bosques a 170 km de la Ciudad de México. Es un encantador pueblo con una rica historia minera y gran tradición de manufactura de artesanías, entre las que destacan las esferas navideñas.

Hace más de 30 años, Tlalpujahua se convirtió en un importante centro de producción de esferas navideñas de vidrio soplado; razón por la que mucha gente viene de visita para ver los talleres en los que se elaboran y comprar adornos para sus arbolitos. Inclusive cada año se celebra la Feria de la Esfera de octubre a diciembre, por lo que es la época ideal para visitar el pueblo y empaparte del ambiente navideño.

Ya estando aquí, no olvides visitar el Santuario del Carmen y el primer museo minero de México en la antigua mina “Las Dos Estrellas”. Si te gusta la naturaleza, debes pasear por los bosques del apacible Campo del Gallo y si vas a Tlalpujahua entre noviembre y marzo no pierdas la oportunidad de ver la migración de la mariposa monarca.

---

2. Tepotzotlán, Estado de México

Tepotzotlán se encuentra justo a las afueras de la Ciudad de México, por lo que es un destino muy fácil de visitar si vives en la capital. Una época especial para visitarlo es durante Navidad, debido a sus famosas Pastorelas que se llevan a cabo desde hace más de 50 años.

Tepotzotlán es sede del Ex Convento de San Francisco Javier, nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El complejo consta del Museo Nacional del Virreinato, el templo de San Francisco con su hermosa fachada barroca, y la Hostería del Convento donde se llevan a cabo las Pastorelas. Las obras relatan la clásica historia de los pastorcillos que van a Belén a conocer al Niño Dios, y en el camino el Diablo mayor y sus demonios intentan detenerlos; todo esto mezclando tradiciones indígenas, españolas y mexicanas.

Al terminar la Pastorela, disfruta de un delicioso ponche, buñuelos y antojitos mientras convives con el elenco. Durante el día pasea por el pueblo disfrutando de sus mercados, las tiendas de artesanías y de las vistas del Acueducto de Sitio, con sus 62 metros de altura.

---

3. Bernal, Querétaro

San Sebastián Bernal es un pequeño Pueblo Mágico en Querétaro, en el corazón de la región vinícola del estado. Cuenta con apenas 4,000 habitantes por lo que conserva un ambiente tradicional e íntimo para disfrutar en los días de Navidad.

Al llegar a Bernal te impactará con las vistas de la Peña de Bernal, el tercer monolito más grande del mundo con 350 metros de altura. Es posible escalar una parte de ella y disfrutar del paisaje desde las alturas. En el pueblo hay varias tiendas de artesanías y la Casa Museo del Dulce. Durante Navidad la tradición es visitar el hotel Casa Tío Camilo para ver un extraordinario nacimiento de más de 60 figuras hechas a mano, además de otros 70 nacimientos provenientes de países como Japón, Dinamarca y Perú. Es posible hacer un recorrido guiado de la exposición con luz y sonido.

Encima de todo cada año la Finca Sala Vivé de Freixenet ofrece un concierto y cena de Navidad a principios del mes de diciembre, en la que podrás disfrutar de buena música y una deliciosa cena con maridaje de vinos locales. Al terminar disfruta de la fiesta y baile con DJ.

---

4. San Juan Teotihuacán, Estado de México

A solo 50 kilómetros de la Ciudad de México se encuentra el Pueblo Mágico de San Juan Teotihuacán famoso por sus pirámides, pero que tiene muchos otros atractivos para disfrutar durante la temporada navideña.

Foto Secretaría de Turismo del Estado de México

La principal atracción es por supuesto la zona arqueológica de Teotihuacán con más de 2,000 años de antigüedad y que alguna vez fue la ciudad más grande de América. Es imperdible subir las pirámides del Sol y de la Luna, pero no tanta gente conoce las diferentes ruinas que quedan en el pueblo de San Juan. Visita el barrio de Purificación, donde puedes ver los restos del Palacio de Yayahuala y de Zacuala, además de otros pequeños vestigios.

En el centro del pueblo se encuentra el Ex convento San Juan Bautista, con una fachada barroca de cantera y el Templo de Nuestra Señora de la Purificación. Si estás de visita un lunes, no te pierdas el tianguis, en el que puedes comprar artesanía de obsidiana además de probar sus ricos platos de barbacoa, mixiotes y pancita. ¡Y la cereza del pastel sería volar en globo aerostático sobre las ruinas al amanecer!

A solo 10 km. de San Juan está el pueblo de Acolman, famosos por dos cosas: el Ex convento de San Agustín y por ser el lugar donde se inventaron las piñatas. Los monjes del convento crearon la primera piñata en 1587 como representación de los siete pecados capitales y las tentaciones del mal. Cada año se lleva a cabo la Feria de la Piñata, que dura varios días en los que hay concursos de piñatas, talleres que muestran su elaboración, bailes y posadas. ¡No hay una celebración navideña más mexicana que esta!

---

5. Tecate, Baja California

Tecate es un pueblo fronterizo famoso por la cerveza del mismo nombre pero que además es un encantador lugar con historia, cultura y naturaleza, que tiene mucho más que ofrecer particularmente durante las fiestas navideñas.

Cada diciembre se celebra el “Desfile de Luces” patrocinado por la cervecería que toma su nombre del pueblo. El desfile consiste en carros alegóricos que adornan diferentes clubes de la ciudad entre los que no faltan personajes navideños como Santa Claus y sus elfos. El desfile dura cerca de dos horas y reúne a gran cantidad de la gente local en las principales calles del pueblo.

Durante el día puedes disfrutar de todo lo que Tecate ofrece, como la Casa de Artesanías donde puedes comprar piezas en barro, vidrio y mimbre; visitar las casas de vino y queso que tienen sus viñedos en el cercano Valle de Guadalupe o ir al cercano pueblo de La Rumorosa, con su espectacular carretera, pinturas rupestres e incluso nevadas durante el invierno.

¿Ya conoces alguno de estos lugares? Te garantizamos que todos valen mucho la pena.